A veces, la vida nos juega malas pasadas. Acontecimientos que no esperábamos y que hacen que nos derrumbemos en cuestión de segundos. En ese momento lo único que quieres es entender el porqué, arreglarlo cuanto antes y fingir que nunca ocurrió.
Sin embargo, con el paso del tiempo, encuentras el sentido a todo. Entiendes que todo en la vida tiene su motivo, y que siempre es positivo para las personas a las que afecta. Puede que tarde meses, o incluso años en llegar, pero siempre acabas por comprenderlo.
No temas los malos momentos de hoy, porque serán los regalos de mañana.
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