Cuando una vez más estaba a punto de caer, cuando mi nueva ilusión se había quitado la máscara y me había mostrado su verdadera cara... Ahí estabas tú. Una vez más. Haciéndome el golpe menos doloroso sin siquiera saberlo. Y yo tampoco me quería dar cuenta, pero ahora empiezo a abrir los ojos. Quizá no fuera casualiad. Quizá el hecho de que me sujetaras incoscientemente cuando más lo necesitaba... sea una señal. Sólo que no quería verla. Me negaba a verla. Pero ya no quiero negarlo más. No quiero reprimir mis sentimientos, por pequeños que sean de momento.
Porque a lo mejor no fue coincicencia conocerte justo en esas circunstancias. Es posible que alguien así lo quisiera. Y yo... no quería verlo. Me limitaba a verte como una diversión. Tal vez tampoco fuera casualidad que me armara de valor y me decidiera a conocerte...
Lo cierto es que ahora mismo daría lo que fuera por volver a esos días de verano. Y quizá no cambiaría las cosas. Quizá dejaría que todo volviera a ocurrir de la misma manera. Paso a paso. No quitaría ni un sólo mal rato, ni una sola caída, ni una sola mirada.
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