Cansada de aparcar el corazón y hacerle caso a la razón, pensó que ya estaba bien de decir eso "en otro momento..." y decidió que el momento era aquí y ahora; que el corazón jamás merecía ser aparcado. No sin al menos haberlo puesto en marcha.
Y se propuso intentarlo con todas sus fuerzas. Y si salía mal, que no fuera por falta de ganas.
Ya no hay marcha atrás.
Muy bonito, deberíamos pensar más de esta forma la verdad :)
ResponderEliminarUn beso