Es la palabra que ronda mi mente los últimos días.
¿Miedo de qué? Pues miedo de interesarme demasiado por una persona que no debo. Miedo de volver a ilusionarme y que no vaya a ninguna parte. Miedo, porque a pesar de que alguien nuevo esté entrando en mi vida, no quiero que tú salgas. Miedo de perderte. Miedo de la conversación que tenemos que mantener sí o sí en un perído de tiempo no muy largo. Miedo de tu respuesta. Miedo de mi reacción...
Miedo de los sentimientos desordenados que tengo aquí adentro.
Porque cuando empiezo a creer que puedo sentir algo nuevo por alguien, apareces tú, recordándome lo maravillosa que sería la vida a tu lado, lo feliz que podría ser, y lo mucho que te quiero.
Pero no haces nada por demostrarme si hay un mínimo de reciprociedad en todo esto... Y mi cabeza loca no hace más que darle vueltas a todo... con tus ojos como imagen fija en ella.
Sé que tengo que dar el paso. Que debo darlo. Plantarle cara, ponerle fin a este cúmulo de incertidumbres que ha decidido invadirme sin propósito de abandonarme pronto. Y salir de dudas. Para
http://atentamentesrtabennet.blogspot.com/
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